La Academia entregó sus Premios 2024
El pasado 30 de septiembre, la Academia Chilena de la Lengua celebró una ceremonia pública y solemne para entregar sus cinco premios anuales.
A la actividad, realizada en el Salón de Honor del Instituto de Chile, asistieron autoridades, actores culturales y académicos como Joaquín Fermandois, presidente del Instituto de Chile; Silvia Westermann, presidenta de la Academia Chilena de Bellas Artes; Adriana Valdés, exdirectora de la Academia Chilena de la Lengua; Patricia Alrringo, presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas, Silvia Aguilera editora de LOM, entre otros. Estuvieron presentes, además, los cinco galardonados que este año fueron los siguientes:
- Premio Academia a Cecilia-García Huidobro por su obra Diarios centrales. A season in hell. 1966-1980, de José Donoso.
- Premio Alejandro Silva de la Fuente al periodista Héctor Velis-Meza por su divulgación del idioma español en su obra y en los medios de comunicación.
- Premio Alonso de Ercilla a la Fundación Teatro a Mil, por su contribución a la difusión de la cultura chilena.
- Premio Doctor Rodolfo Oroz a la obra Gramática para la escritura escolar cuyas autoras son Gabriela Osorio, Carmen Sotomayor, Carmen Julia Coloma y Renata Bennett .
- Premio Oreste Plath a Hiranio Chávez, académico, investigador y difusor de la cultura popular.
Guillermo Soto, director de la Academia Chilena de la Lengua, fue el encargado de abrir la sesión junto a los miembros de la mesa directiva: la vicedirectora, Patricia Stambuk; la secretaria, Victoria Espinosa y el censor Juan Antonio Massone.
El director anunció, en primer lugar, la entrega del Premio Academia con el que se reconoce una creación literaria. Este año, el galardón fue entregado a Cecilia-García Huidobro por su obra Diarios centrales. A season in hell. 1966-1980, de José Donoso.
La académica María José Navia, que estuvo a cargo de ofrecer el galardón, destacó el trabajo patrimonial que viene realizando hace años Cecilia García- Huidobro en torno a la obra de José Donoso. «Estos diarios nos presentan, en toda su gloria, al José Donoso lector», señaló la académica y a continuación explicó cómo la lectura para Donoso era su refugio y de alguna manera, su casa, por lo que esta obra nos permite entrar a la «casa» del connotado autor. Navia añadió además que «es un privilegio entregar el Premio Academia a estos diarios de José Donoso a pocos días del centenario de su nacimiento».
Por su parte, Cecilia García-Huidobro agradeció el premio, refiriéndose a su labor, pero también a la de Donoso. «Este valioso premio que ha puesto en valor mi trabajo, es también un premio a José Donoso por su extraordinaria, asombrosa y a veces delirante vida literaria, en la que produjo obras originales e imperecederas que han enriquecido para siempre la literatura chilena», aseguró la autora.
En segundo lugar, se entregó el Premio Alejandro Silva de la Fuente al periodista Héctor Velis-Meza. El académico correspondiente Ricardo Hepp, encargado de ofrecer el premio, destacó la importancia que el propio Velis-Meza reconoce que ha tenido en su trabajo el periodista Alejandro Silva de la Fuente, cuyo nombre lleva el galardón que hoy recibe. Luego, Hepp destacó el trabajo que por años ha realizado Velis-Meza. «Muchos periodistas hemos conocido la obra de Héctor Velis-Meza que, lejos de perseguir a sus colegas con una lupa para intentar encontrar errores de redacción, se ha esforzado, sin afanes puristas, en mostrar el camino para alcanzar la claridad en la redacción».
Por su parte, Héctor Velis Meza agradeció el reconocimiento, recordando sus orígenes e infancia. «Fui un niño y un adolescente lector y soñador, pero todo a lo que aspiré en mi vida nunca lo conseguí. Quería ser médico, pero no podía ver sangre», comenzó diciendo y a continuación explicó que el periodismo fue lo que le permitió desarrollar su interés por las palabras. Dedicó el premio a su madre, que le inculcó el gusto por el lenguaje; a su colegio, el Instituto Nacional, que le entregó todas las herramientas para salir adelante y también a la Universidad de Chile, especialmente a la Escuela de Periodismo, lugar donde tuvo los mejores profesores. Estos fueron sus tres pilares vitales a los que agradeció y que, según explicó, le permitieron llegar a recibir este premio.
En tercer lugar, se entregó el Premio Alonso de Ercilla que este año recayó en la Fundación Teatro a Mil. El académico Mario Rodríguez fue el encargado de ofrecer el premio y luego, Carmen Romero, directora de la Fundación, agradeció en nombre de dicha institución. «Agradezco este premio que recibo en nombre de la Fundación Teatro a Mil, grupo de personas que soñamos y creemos que las artes escénicas contemporáneas de Chile y el mundo deben ser fundamentales en la vida de nuestro país y de todos sus ciudadanos, sin distinción. Por eso tenemos esta pasión por abrir los espacios en las calles», aseguró. Y luego agregó que «las artes escénicas son como el médico del alma que logra sanar, recomponer órganos de nuestra sociedad que no están funcionando como debieran. El teatro nos hace sentir más juntos, más humanos, más parte de una comunidad. Es por eso que este premio nos llena de orgullo y de esperanza al saber que, en lo que nosotros creemos, tiene un sentido», remató refiriéndose a la dilatada labor de Teatro a Mil.
Luego, en cuarto lugar, fue el turno del Premio Doctor Rodolfo Oroz con el que la Academia destaca un trabajo por su contribución al desarrollo de las ciencias del lenguaje. Este año se premió la obra Gramática para la escritura escolar cuyas autoras son Gabriela Osorio, Carmen Sotomayor, Carmen Julia Coloma y Renata Bennett .
El director de la Academia, Guillermo Soto, ofreció el premio señalando que «estamos ante un libro eminente práctico que tiene por objeto apoyar el trabajo de la gramática en las aulas», y remató asegurando que «con este libro se abre un camino». A continuación, Gabriela Osorio agradeció a la Academia en nombre de todas las autoras. «Uno de los aspectos más criticados de la enseñanza de la gramática escolar fue que esta se impartía de un modo descontextualizado. Posiblemente todos recordamos nuestra propia experiencia escolar en la que debíamos aprender a reconocer clases de palabras y a descomponer oraciones, lo que terminaba siendo un ejercicio muy mecánico. (…) En este libro quisimos proponer una nueva experiencia de aprendizaje de la lengua: en lugar de mostrar oraciones ideales, centramos nuestros esfuerzos en recoger oraciones reales» explicó Osorio, para dar cuenta de cómo el enfoque del libro permite entender «la lengua en movimiento» y darle un sentido a la enseñanza de la gramática en el contexto escolar.
A continuación, se entregó el premio Oreste Plath que está destinado a destacar a la persona o institución que se haya destacado por la promoción y difusión del arte popular chileno. Este año, el premio fue entregado a Hiranio Chávez, académico, investigador y difusor de la cultura popular.
El encargado de ofrecer este premio fue el académico Juan Antonio Massone. Luego, el galardonado agradeció. Recordó que por el año 1964, siendo estudiante secundario, se encontró con el libro Folclor chileno de Oreste Plath, obra con que inició un largo camino de aprendizaje que hoy lo trae hasta aquí. «Su lectura fue un importante documento para comprender la sabiduría popular de un pueblo mestizo, creador de una identidad tan nuestra, a pesar de las connotaciones de subalternidad con que es calificada. Sin embargo, quienes han nacido en esta gran diversidad cultural y étnica sienten orgullo de sus tradiciones», aseguró Chávez. Para finalizar, agradeció a Karen Plath por mantener vivo el legado de su padre, Oreste Plath, cuyo nombre lleva el galardón que hoy le entrega la Academia.
Cada uno de los galardonados recibió, durante la ceremonia, un diploma acreditativo de manos del director de la Academia Chilena de la Lengua.