María Isabel Flisfisch se incorporó a la Academia Chilena de la Lengua como miembro de número

En una ceremonia celebrada el pasado lunes 1 de agosto, María Isabel Flisfisch se incorporó como miembro de número a la Academia Chilena de la Lengua. Con un discurso titulado «¿Cómo y por qué llegué hasta aquí?», la destacada traductora y profesora de latín y griego repasó su trayectoria en el ámbito de las letras y sus vastos trabajos en torno a la filosofía, muchos de ellos realizados junto al filósofo Humberto Giannini.

Su incorporación, realizada por vía telemática, fue presidida por el director de la Academia, Guillermo Soto Vergara; siguieron la transmisión los miembros de la mesa directiva: la vicedirectora  Patricia Stambuk; la secretaria Victoria Espinosa; el censor Juan Antonio Massone y la tesorera María Eugenia Góngora. También se conectaron a la transmisión el director honorario de la Academia Alfredo Matus, la exdirectora de la Corporación Adriana Valdés, el presidente del Instituto de Chile Joaquín Fermandois, además de numerosos académicos, familiares y amigos de la nueva académica de número.

María Isabel Flisfisch inició su discurso de incorporación elogiando a quienes le antecedieron en el sillón número 6  y se refirió en especial a su último ocupante, Maximino Fernández Fraile. Repasó su trabajo como especialista en literatura, destacando obras como Historia de la literatura chilena(1994), Literatura chilena de fines del siglo XX (2002) y La crítica literaria en Chile (2003).

La académica prosiguió su intervención refiriéndose a la cita del escritor Manuel Rojas, que tomó prestada para titular su discurso «¿Cómo y por qué llegué hasta aquí?». Explicó que la interrogante, pronunciada por el personaje de Manuel Rojas, Aniceto Hevia, retrata su trayectoria académica, que ha tenido un sinfín de movimientos y trayectos. María Isabel Flisfisch evocó escenas de su infancia leyendo libros «prohibidos» junto a su hermano; luego recordó su paso por la Facultad de Ciencias Económicas y los estudios en Bibliotecología hasta llegar a su titulación como Licenciada en Filosofía con mención en Literatura. Relató también cómo conoció en los años 80 a Humberto Giannini,quien ocupó el sillón número 12 de esta Academia hasta su partida en 2014. «Con Humberto nos embarcamos en una serie de proyectos que significaron algunas de las traducciones que más satisfacciones me han dejado, de Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Baruch Spinoza y de Roberto Grosseteste», expresó.

En su discurso se refirió también a su labor en la gestión y gobierno universitario: como subdirectora del Departamento de Filosofía de la Universidad de Chile, vicedecana y decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, directora académica de dicha Facultad, senadora de la Universidad y ahora como directora del Departamento de Filosofía. Además de ello, reconoció su vocación como profesora de latín y griego.«Pienso que la lengua que enseño va a la par de la lengua que hablo; que el latín y el castellano se alimentan el uno del otro. He tratado siempre de ser una buena profesora de latín y darles a entender a mis estudiantes, con claridad, lo que les enseño; y creo, a su vez, que si soy capaz de expresarme sin ambigüedades es gracias a la virtud del latín de ser una lengua «exacta» en la función y en la forma. Nunca he sentido que el latín, así como el griego, haya perdido vigencia», explicó. Para graficar lo anterior y rematar su discurso, citó una frase que siempre ha dicho a sus estudiantes: «el latín es una lengua muerta que goza de excelente salud».

A continuación, el director de la Academia, Guillermo Soto, explicó que, tanto el diploma acreditativo como la venera, símbolos de la incorporación, serán entregados a la académica en una ocasión posterior y de manera privada, dado el carácter telemático de la ceremonia. Luego, el director felicitó a la nueva académica, mostró una versión digital del diploma y le dio la bienvenida a la Corporación.

El discurso de recepción fue ofrecido por el académico de número, Miguel Castillo Didier, quien destacó que «la Academia recibe con júbilo a esta estudiosa, maestra, traductora, investigadora». Hizo hincapié en que, además, María Isabel Flisflisch no ha dejado nunca de dictar clases de latín y griego, junto con asumir importantes cargos de gestión universitaria.

«La variedad de los estudios que ha realizado, sin duda se refleja en la amplitud de su mente y de su personalidad. Su paso por Economía, por Bibliotecología, sus estudios literarios, clásicos y filosóficos; todo ello ha dejado su huella y ha contribuido en mayor o menor medida a su carrera». Finalmente destacó su labor de traductora, asegurando que «la traducción es la llave de la transmisión de la cultura».

Video de la incorporación

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