Incorporación de D. Pedro Lastra como miembro de número

El lunes 16 de mayo de 2011, a las 19:00 horas, se realizó la sesión pública y solemne con que la Academia Chilena de la Lengua recibió como miembro de número a D. Pedro Lastra Salazar, poeta, crítico literario, profesor e investigador de literatura chilena e hispanoamericana.

«El director, D. Alfredo Matus Olivier, inició la sesión saludando a los presentes y cedió la palabra al académico para que hiciera su disertación, titulada «Una vida entre libros y bibliotecarios prodigiosos».

D. Pedro Lastra se refirió al académico que ocupó el sillón anteriormente, D. Alfonso Calderón, quien fue uno de sus amigos más cercanos, con el que trabajó en el Instituto de Literatura Chilena de la Universidad de Chile y compartió múltiples vivencias personales. Señaló que un rasgo de su personalidad era originar, sin proponérselo, transformaciones en modalidades y hábitos del diálogo, y lo describió como una persona de gran saber, con una precisión ejemplar en el decir y en el escribir, y con un gran fervor por la literatura, pasión por los libros que ambos amigos compartieron. Citó como bibliotecarios prodigiosos, además de Alfonso Calderón, a Jorge Luis Borges, Alfonso Reyes y Ricardo Latcham. Destacó su cualidad de lector, lo que se refleja en la extensión de sus Diarios, iniciados en su infancia y reunidos en el libro La valija de Rimbaud, donde se ve a un lector fascinado por las narraciones que va descubriendo de día en día y poseedor de una gran facultad imaginativa. Citó también sus novelas Toca esa rumba, don Aspiazu, de la que leyó un texto, y Ventura y desventura de Eduardo Molina, biografía de Eduardo Molina. Terminó su disertación afirmando que «hay que situar a Alfonso Calderón en la constelación de novelistas señeros de nuestro tiempo, como Juan Emar y Enrique Lihn».

Tras estas palabras, el nuevo académico recibió un fuerte aplauso por parte del numeroso público presente en el acto. El director procedió a imponer al nuevo académico la venera que lo inviste como miembro de número y le hizo entrega del diploma acreditativo.

A continuación, la académica de número y vicedirectora de la Corporación, D.ª Adriana Valdés, fue la encargada de recibir oficialmente a don Pedro Lastra. La Sra. Valdés, en su discurso, señaló la belleza especial de la circunstancia que hoy une las presencias de D. Alfonso Calderón y de D. Pedro Lastra en torno al trabajo de la Academia. Tras un breve recuento de los muchos logros del nuevo académico y de los honores que se le han otorgado en Hispanoamérica, pasó a hacer su semblanza considerando las diversas facetas en las que es maestro. En cuanto al conocimiento y a la enseñanza de la literatura hispanoamericana, destacó su peculiar estilo de «invitación a la lectura» (título de una de sus obras), que ha ejercido una influencia recatada pero muy decisiva sobre las nuevas generaciones, y se ha traducido en una escuela de escritura crítica que busca un «análisis o comentario inteligente y sensible, elaborado e integrador». Destacó especialmente su obra poética, más reconocida en el exterior que en Chile: una obra cuya práctica ejemplar deja de lado lo estentóreo y lo titánico, creando en cambio un espacio de apertura y oído a las voces de los demás, de amistad, lecturas y gozos compartidos, donde reconoce como constitutiva de «la condición humana» la necesidad de entender con los otros, y en los otros. D.ª Adriana Valdés terminó leyendo un breve poema de D. Pedro Lastra que sintetizaba gran parte de su discurso de recepción.

Al término de la ceremonia, todos los asistentes compartieron un vino de honor.